Una vez que tomes una decisión, apégate a ella. No te preocupes por ti mismo. Cuando estás constantemente cuestionando tus decisiones, estás alimentando el parloteo interno y contribuyendo al ciclo de desorden mental.
Si sabe que las decisiones son simples, utilice una lista de pros y contras. ¿Cuáles son los beneficios? ¿Cuáles son los inconvenientes? Escríbelo todo, no te permitas quedar atrapado en estas pequeñas decisiones.
Las decisiones más complejas requieren más reflexión. Tómese el tiempo para considerar los beneficios, los inconvenientes, las oportunidades y los obstáculos. Las listas pronto se convertirán en tu mejor amigo.