Echa un vistazo a tu buzón de correo electrónico. ¿Se está llenando de correos electrónicos de las listas de correo?
¿Se suscribe a revistas, catálogos o boletines que se envían a su buzón físico? ¿Con cuánta correspondencia basura te encuentras cada semana?
Como individuos, necesitamos discernir de quién son las opiniones y pensamientos que importan. A partir de ahí, somos capaces de limitar la información que llega a nuestras vidas.
** Cuando escuchamos las opiniones de los demás, es importante que no nos quedemos atascados en la gente ruidosa y bulliciosa que exige que prestemos atención y sigamos sus consejos. Ningún lugar en tu vida, absolutamente ninguno, es su espacio para el peso de las opiniones o expectativas de otras personas. **
Descarta cualquier otra información que recibas. Si no te sirve o no te da un propósito, déjalo ir.