Existen muchos tipos de magia y para eso hay muchísimos libros, los cuales ya habréis leído. Por eso en este momento, no quiero llenaros hojas y hojas sobre ello y quedar muy bien.
Os lo voy a resumir de la manera más simple. Todos nosotros nacemos con una intuición especial y cuando vamos creciendo cada uno la desarrollamos hacia algo que nos llama la atención. A algunas personas como les da miedo o tienen la gran suerte de poder tapar la parte intuitiva, alejan esas sensaciones.
Aquí me diréis, ¡hay un error ortográfico! Ha puesto la gran suerte, no me he equivocado. A veces sí que es bueno o es divertido al principio ver o sentir lo que piensa o siente la persona que tienes delante, pero a la vez que vas creciendo y tu don no desaparece y es real, no es tan divertido. Porque no es un traje que te puedas quitar, lo ves para la persona que trabajas o atiendes y eso te ayuda para comer, y es bueno, no nos vamos a engañar. Pero también lo ves cuando quieres a alguien de verdad y es un amigo tuyo, tu pareja, tu familia y en ese momento a veces es mejor no saber las cosas…
Con lo cual, a todo esto amigos, la intuición es algo que es mejor trabajarla como en este libro, cuando es necesaria para hacer un trabajo, para ayudar a un amigo, para ayudarnos a nosotros mismos. Porque ese resquicio lo tenemos abierto siempre. Es lo que llamamos la intuición residual. No es estar conectado 24 horas.
También veréis que cuando alguien es más o menos normal, actúa normal, viste normal, vive normal, se pinta normal y es como tú, no hay diferencia. No necesita un disfraz, a no ser que sea carnaval. Con lo cual muchas veces es bueno escuchar a algún amigo que os conoce bien, que repetidamente siempre os da un buen consejo, aunque no use una túnica; ya que su energía y la tuya puede ser muy afín.
Pero en este libro lo que vais a aprender es a utilizar vuestra energía por vosotros mismos, para vosotros mismos, para ser fuertes y aprender a tomar decisiones.
Ser como los juncos que, aunque venga un vendaval os podáis doblar, pero no romper. Volver a vuestra posición inicial, recuperar vuestra fuerza, crecer y sentiros bien.
Resumiendo, me gustaría que aprendierais a creer en vosotros.