El pueblo egipcio fue una civilización que se desarrolló a lo largo de la historia durante más de 3000 años alrededor del año 3150 a.c. hasta el año 31 a.c., con la conquista del Imperio Romano sobre Egipto en la que desaparece como Estado.
En la sociedad del antiguo Egipto los dioses eran las figuras fundamentales para sus creencias y rituales. Existían multitud de dioses y en la que la figura del faraón como rey de Egipto además de gobernar era considerada y venerada como un Dios. Muchos dioses egipcios son nombres de faraones.
Era la figura que unía al pueblo con las divinidades, a las que les ofrecían todo tipo de reverencias, plegarias y atributos para que estuviesen contentos y todo les fuera propicio.
Su religión era un complejo sistema de creencias en las que interactuaban con varias deidades que ejercían el control de sus vidas a través de los elementos y fuerzas de la naturaleza. La religión duró más de 3.000 años teniendo sus raíces en la prehistoria egipcia.
El pueblo egipcio como un gran estado destinaba múltiples recursos para la construcción de templos y rituales dedicados a los dioses. Creían mucho en su interacción con ellos, rezaban hacían magia y rituales, para pedirles todo lo que necesitaban.
En la cultura del antiguo egipcio las principales deidades presentaban una estructura familiar, que era compleja de entender; si la comparamos con la estructura familiar actual.
Muchos de sus miembros eran duales, aunque se asociaban a una deidad masculina, podía acabar siendo una deidad femenina o ambas. Las relaciones afectivas y sexuales entre padres, hermanos y descendientes eran comunes y formaban parte de su normalidad. Los dioses masculinos estaban mejor considerados que los femeninos.
Hay que tener en cuenta que muchos dioses dependiendo de la región de Egypto en la que los adoraban, eran los mismos, pero cambiaban sus nombres y su evolución. Los principales centros de culto eran las ciudades de Tell – el – Amarna, Menfis, Tebas, Hermópolis, Heliópolis, Edfú, Dendera, Karnac, Esna, Asuan, entre otras.
A mi entender, la base de la estructura la formaba el dios Atum, con cuatro hermanos.
Atum (dios del sol de poniente), Ra (dios del sol de la mañana, dios de la luz, del sol y de los cielos, origen de la vida), Jepri (dios del sol del amanecer y Jnum (dios de la noche).
De la familia de Ra y su esposa Maat (diosa de la justicia la verdad y la armonía, que también fue esposa de Thot), nació Sejmet (diosa de la guerra) y Sejmet se casó con Ptah o Apis. El hijo de Sejmet y Ptah fue Nefertum que en algunos lugares de adoración equivale al dios solar Atum.
Atum tuvo gran descendencia y la mayor parte del culto egipcio de adoración viene de su familia.
Se dice que se creó a si mismo y en otras versiones que sus padres son Nun – Nunet (dioses de las aguas primordiales). Dio vida a sus dos hijos Shu y Tefnut, con lo cual sería padre y madre a la vez, dios creador y dador de vida.
Sus hijos Shu (dios del aire) y Tefnut (diosa de la humedad) tuvieron dos hijos Geb (dios de la tierra) y Nut (diosa de los espacios celestes).
Nut también fue amante de Thot y también se casó con Ra, según el culto de algunos lugares.
De la unión de Geb y Nut, salieron cuatro hijos, Neftis (diosa de la oscuridad, de las sombras, de los sitios húmedos), Seth (dios del mal y del caos), Isis (diosa de la magia y la sabiduría), y Osiris (dios de la resurrección, fertilidad, agricultura, rey del más allá).
Neftis era hermana esposa de Seth, y como Seth no podía tener hijos, le puso los cuernos con Osiris, y el niño se llamó Annubis (dios de la muerte, del inframundo).
Isis era la hermana esposa de Osiris y de su gran amor nació Horus (dios del cielo, de la guerra y caza).
Horus se casó con Hathor (diosa del amor, alegría, danza y música) y tuvieron dos hijos varones, Ihy (dios niño de la alegría y música) y Harsomtus (dios de la comida y la creación).
Ra también llamado Amón – Ra (dios omnipotente que estaba en todos los lugares), tuvo dos esposas Amonet (diosa del viento que no necesitaba ningún hombre) y Mut (diosa creadora). De la unión de Amón – Ra y Mut nació Jonsu (dios de la medicina y curandero). Tuvieron un hijo adoptivo que se llamaba Mantu (que fue el dios de la guerra).
Ra tuvo también dos hijas, Hathor que se casó con Horus, y Keket (diosa de la oscuridad) que se casó con su esposo Kaku (dios de la oscuridad). Así que se pueden decir que los hijos de Ra serían 5: Hathor, Keket, Jonsu, Mantu y Sejmet.
Del dios Jepri (dios solar del amanecer) no se conoce descendencia.
Y del dios Jnum (dios de la noche) se casó con Sati (diosa de la guerra, inundaciones, fertilidad y amor). Tuvieron una hija Anukis (diosa del agua) que fue la hija y hermana de Sati.
El compañero de Annubis fue Thot (dios de la sabiduría, el tiempo y la magia), junto a su esposa Maat (diosa de la justicia, la verdad y la armonía. Maat también fue esposa de Ra.
Como veis resulta un poco complicado entenderlos y esta es a mi modo de entender, la explicación más sencilla para poder situar a cada uno.
A medida que avanzaba el tiempo, se creía más en la tradición popular religiosa y la figura del faraón declinaba.
Unos dioses eran más honoríficos que otros, Ra el dios del sol, Amon el dios creador, Isis la madre,
La muerte era un aspecto muy importante para ellos, creían que existía vida más allá de la misma y cuando se moría una persona, llenaban sus tumbas de ajuares, ofrendas, alimentos, vestimentas, joyas, minerales para que no les faltase de nada e hiciesen un buen viaje al más allá. Hacían grandes ofrendas para asegurar que el alma perduraba después de la muerte.
El pueblo egipcio se convirtió en expertos en conservar el cuerpo de los muertos, embalsamando el mismo con ungüentos, aceites y aromas, que fueron usados por el resto de las civilizaciones a lo largo de los tiempos.
La mitología y religión del Antiguo Egipto nos dejó muchos escritos y monumentos, y grandes influencias sobre culturas antiguas y modernas.